En un contexto en el que los hongos están ganando reconocimiento como un superalimento por sus efectos sobre las funciones cognitivas y el sistema inmunitario, surge la Biomedicina Fúngica y con ella, Fungi Austral, empresa regional que se enfoca en la extracción de los compuestos bioactivos presentes en los hongos, como por ejemplo el hongo Melena de León que puede mejorar el desarrollo y la función neuronal. 

El objetivo de esta empresa es desarrollar productos de biomedicina, complementarios a la oferta de la industria farmacéutica tradicional y satisfacer las necesidades de un público diverso que se preocupa por su bienestar.

De hecho, a través de un proyecto apoyado por Corfo, desarrollaron una investigación que se centra en los tripertenos y polisacáridos de un hongo específico, abriendo nuevas posibilidades para el cuidado de la salud cerebral. De hecho la investigación, revela que los compuestos tienen la capacidad de activar el crecimiento neuronal en el cerebro.

Edith Ibarra, fundadora de Fungi Austral

Desarrollar este producto ha implicado un largo viaje, que los llevó incluso a Ecuador, donde aprendieron del trabajo que se desarrolla en biomedicina fúngica, en torno al hongo Melena de León, que se encuentra de forma silvestre en la región. 

Edith Ibarra, fundadora de Fungi Austral

Esta investigación fue presentada ante Corfo y sus prometedores avances los hicieron acreedores de un fondo para continuar con el proceso de elaboración de subproductos. 

Humberto Marín, director regional de Corfo

El trabajo de Fungi Austral solo sigue creciendo, de hecho generaron vínculos con un laboratorios de Eslovenia, que les proporcionará los análisis para determinar los compuestos activos de los hongos de forma gratuita. 

En este caso, el trabajo que desarrolla Fungi Austral, se centra en el cultivo de tres tipos de hongos y su recolección, siendo estos: Melena de León para el sistema neurológico, Shiitake para el sistema cardiovascular y Cola de Pavo para el sistema inmunológico.