Con la compañía majestuosa del sonido y la fuerza de las aguas de la “Cascada de la Virgen”, la Iglesia de Aysén celebró, con la tradicional peregrinación y eucaristía, su fiesta patronal de la “Inmaculada Concepción”, junto a sacerdotes, diáconos y el padre obispo Luis Infanti, quien recientemente cumplió 24 años de servicio episcopal.

La “Cascada de la Virgen”, ubicada en el km 32 de la ruta CH-240 entre Coyhaique y Puerto Aysén, con un marco natural impresionante, exuberante y sobrecogedor; junto al canto y la oración fueron nuevamente escenario de esta fiesta del pueblo, con el lema que animó el mes de María en toda la región: “Convocados con María para vivir en Paz”.

El párroco de Aysén, el padre José Vera, destacó la hermosa jornada y la presencia de la madre de Jesús en el corazón del pueblo aysenino.

Padre José Vera, Párroco de Puerto Aysén

 Asistieron, como cada año, peregrinos de Puerto Aysén, Coyhaique y alrededores junto a algunos turistas. Ellos fueron los protagonistas de esta celebración vicarial que los convoca por su fe y especiales motivos.

 Isabel Mansilla, peregrina de Puerto Aysén y Jaime Mansilla, peregrino de Coyhaique

El padre obispo Luis en su homilía recalcó la figura del ángel que anuncia buenas noticias a la Virgen María, y como, con ese ejemplo, hoy el Pueblo que peregrina en la Patagonia aysenina tiene que ser también portavoz de esa buena nueva en esta “nueva época de la humanidad”.  

Padre Obispo Luis Infanti

Carabineros de Chile, que colaboró con el Vicariato Apostólico de Aysén en la coordinación y seguridad de esta convocatoria eclesial, informó que toda la jornada se desarrolló con normalidad y no se reportó ningún incidente.    

Al término de esta gran fiesta vicarial los asistentes y peregrinos se mostraron muy contentos y reconfortados en su fe; y se retiraron ordenadamente a sus hogares después un renovado encuentro con la “Mamá de Aysén” y su hijo Jesús.