La Corte Suprema confirmó de manera unánime el fallo de la Corte de Apelaciones de Coyhaique que ordena a Gendarmería implementar mejoras en la sección femenina de la cárcel, ello, en consideración al hacinamiento y condiciones en que se encuentran las 16 mujeres privadas de libertad que conviven en poco más de 80 mt2 al interior del recinto. 

Recordemos que el debate respecto a las condiciones en que se encuentran imputadas y condenadas, surge cuando la Defensoría Penal Pública y el Instituto de Derechos Humanos presentan el 8 de marzo pasado, un recurso de amparo en favor de ellas, el que fue acogido por la corte de apelaciones local y posteriormente apelado por Gendarmería; y ahora es ratificado por el máximo tribunal nacional.

Cabe señalar que el recurso interpuesto por Gendarmería, buscaba que este organismo no se viera obligado a cumplir con las mejoras estructurales que se ordenó implementar por la Corte de Apelaciones, argumentando que son una institución que cuenta con escasos recursos económicos.

Desde la defensoría penal en la región manifestaron su conformidad con la resolución de la Corte Suprema, indicando que la desigualdad que enfrentan hombres y mujeres privados de libertad dentro del penal, es evidente. 

Cristian Cajas, jefe de estudios defensoría penal 

Las diferencias al interior de la cárcel son evidentes, por ejemplo, las internas pasan 21 horas de encierro en sus celdas, mientras que los varones lo hacen por 16 horas. Ellas están en un espacio reducido, que no supera el 5,16% del total de la cárcel local, cuentan con mala ventilación y no tienen la posibilidad de acceder al desarrollo de oficios como sí ocurre con la población penal masculina, por nombrar algunas diferencias. 

Joaquín Bizama, director regional INDH 

 De esta manera, Gendarmería deberá cumplir lo instruido por la Corte de Apelaciones de Coyhaique, que otorgó un plazo de 30 días para realizar las acciones necesarias que mejoren las condiciones de la Sección Femenina de la cárcel de Coyhaique.

En específico, se deberán establecer secciones para las mujeres imputadas y condenadas ya que actualmente están todas juntas. Igualmente se tiene que mejorar el estado de los dormitorios, el baño y ventilación.

Adicionalmente, se deberá evaluar la reapertura de secciones femeninas en otros recintos penales de la región, puesto que hoy las mujeres imputadas y condenadas deben enfrentar el desarraigo para cumplir sus condenas, el existir solo sección femenina en la capital regional.